En los últimos tiempos hemos observado un desarrollo de proyectos en el cruce de tecnología y género, los cuales han surgido no sin obstáculos para su implementación. Es por ello que es necesario visibilizarlos para dar cuenta de que esta es una tendencia que también fomentará el alcance de la igualdad de género desde sus respectivos objetivos.
Hace unos días tuvimos la oportunidad de realizar una entrevista a Carina Bellver, co-fundadora de StoryData, para conversar un poco sobre el libro Govern Obert: Los datos abiertos y la inteligencia artificial, herramientas para la igualdad de género, el cual fue publicado por la Generalitat de Catalunya el pasado mes de septiembre, y coordinado por StoryData.
- ¿Me podrías contar cuál fue el proceso para conjuntar este libro? Es decir, la idea, cómo surge la necesidad de contar, mostrar estos proyectos.
La necesidad es una necesidad real. StoryData presentó la idea a la Generalitat de realizar una entrevista a 10 mujeres de diferentes ámbitos, desde la política hasta el activismo feminista, y en este planteamiento que hacemos dentro del paraguas que se ofrecía desde Govern Obert, se ve la necesidad de poner en relevancia esta falta de literato femenino para implementar políticas públicas a través de datos en los que muestran la realidad de cómo está el mundo de los datos en femenino.
Consideramos que entrevistar a 10 mujeres potentes a que dieran su punto de vista era lo más acertado, que ellas mismas desde la primera persona pudieran explicar qué pasaba con esto, más que únicamente presentar artículos nosotras.
- A lo largo de las entrevistas realizadas, ¿ves puntos en común entre las mujeres involucradas y su relación con los datos? Desde sus perspectivas personales o institucionales, en el desarrollo mismos de sus proyectos, en cómo identifican los datos a difundir.
Todas expresan esta necesidad de segregar por sexo o género. Ahora hay muchos temas en los que se recogen datos, pero no se recogen desagregados. Por ejemplo, ahora con la COVID-19, el tema de los ERTOs, no se están recogiendo por sexo, entonces no sabemos si se están llevando a cabo más ERTOs a mujeres o no, poder mirar qué está pasando.
Si no se recogen datos desagregados por sexo, no podemos ver cuál es la necesidad después para poder implementar políticas, y a todas les une, aunque sean mujeres muy diferentes y vengan de ámbitos muy diferentes, esta denuncia de esta falta de datos, falta de políticas, falta de transversalidad de género.
Entonces dicen que se debe recoger por sexo para poder ver realmente si hay diferencias, porque si no, ponemos la misma tabula rasa a todas las personas por igual, y a lo mejor sí que se deben hacer medidas diferentes, todo para conseguir la igualdad de género.
- ¿Y algún proyecto que te haya llamado la atención que tuviera una cuestión diferenciadora al resto?
Sobre todo el tema de las Digital Fems, por ejemplo, se está intentando hacer un repositorio de datos muy potente, entre todas las entidades feministas y no feministas, crear un repositorio de datos que prácticamente sería la Wikipedia de datos en femenino.
Este activismo va en relación con esto de llamar la atención al gobierno. Estamos trabajando en estas líneas, poneros las pilas para también poneros en esta situación. Yo creo que el trabajo de entidades y gobierno tiene que ir muy de la mano para que se pueda conseguir algo a favor de la igualdad.
- Y ya desde el gobierno, ¿has visto que sí se haya generado alguna propuesta innovadora o que al menos trate de recoger todo este bagaje del activismo digital actualmente?
Yo creo que sí que, que las mujeres que hemos entrevistado, que son las que llevan las carteras de la lucha en ese sentido, Igualdad, Transparencia, Institut Català de les Dones, reconocen que sí es verdad que hay departamentos que no están recogiendo los datos así, aunque hay una ley que obliga a recabar datos en este sentido. Sin embargo, es gente que se lo cree y que está luchando dentro de la administración para que se recojan datos, lo tienen muy presente.
- ¿Tienes alguna idea de cómo se podría generar este mainstream para consolidar la información desagregada en los datos? La manera más sencilla o directa de alcanzarlo, ¿o consideras que sí se esté llegando a ese punto, en la que sí sea más ‘automático’ preguntar por la información desagregada en la actualidad?
Considero que a través del muestreo se podrán alcanzar conclusiones relevantes. Yo creo que el mundo está evolucionando muy rápido y nos tenemos que adaptar a las nuevas realidades, defender estas posiciones reales sociales. Y depende del tema, en los temas más ‘femeninos’, por ejemplo, cures, ya se da por hecho. Los temas más ligados a lo económico todavía falta un paso, todavía falta el planteamiento del género porque no lo consideran relevante.
Miras el paro, muchas veces no se da la información para mujeres y para hombres, no se sabe realmente qué está pasando, a quién está afectando más. Todavía no hay datos de hombres/mujeres al pedir la hipoteca, o quién está pagando las facturas del hogar, o sobre los desahucios, a quién se está desahuciando, a familias, hombres, mujeres, familias monoparentales, son una serie de temas en los que todavía no se ha puesto las gafas moradas.
- Basándote en lo que te comentaban en las entrevistas, ¿consideras que esto se debe a que existe una mayor masculinización dentro de la élite política? ¿No se permite esta información desagregada dentro de los ámbitos ‘económicos/masculinos’ por el hecho de que hay una mayor cantidad de hombres en puestos de tomas de decisiones, o cuáles son los obstáculos por los que crees que esto no se da tan fácilmente?
Había una política en alguna de las entrevistas que explicaba esto, que realmente hace falta que lleguen más mujeres en ámbitos de decisión para poder implementar estas políticas o esta recogida de datos.
A veces también depende del rol de la mujer, porque hay veces en que llegan mujeres y tienen el mismo rol y actitud social del hombre; se tiene que incrementar un poco la visibilización del problema, de hacerlo como algo natural. Es el debate: No habían demasiadas mujeres en ámbitos de decisión para poder visibilizar de esta manera o si realmente las mujeres nos estamos masculinizando cuando llegamos a los niveles de decisión, cuando tenemos el poder.
- ¿Encontraste obstáculos para el desarrollo del libro?
La verdad es que no, hemos entrevistado a activistas y ha sido muy interesante ver cómo están trabajando desde fuera de la administración para llegar a recabar datos y obtener conclusiones interesantes, con propuestas controvertidas. Es mucha gente que se lo cree, que ya lo ha visto y está luchando desde hace muchos años, y ahora parece que esté de moda. Es gente que trabajaba cuando no había datos recogidos sistematizados, que tuvieron que picar puertas en todas las administraciones, que les daban todo en pdf o incluso en papel y lo tenían que digitalizar y bueno, ves el recorrido, que hay mujeres que tienen una gran experiencia sobre su tema.
Parece que sea fácil, pero no lo ha sido, y es verdad que el Govern ya lo ha posibilitado, es más fácil recabar datos, porque ya hay más sensibilización, pero nos ha costado mucho.
- ¿Consideras que en el resultado final se resaltó alguna fortaleza del ámbito catalán de los datos y la tecnología?
Yo creo que Cataluña es bastante pionera, ha batallado mucho, y pues desde el Govern está esta sensibilidad que muchos gobiernos no tienen. Y te digo, Govern Obert pues ya ha querido hacer un libro para visibilizar la problemática, abrir el debate, y ponerse sobre la arena, en la lucha por la igualdad a través de los datos abiertos.
Hay una de las entrevistadas que es de fuera (Renata Ávila Pinto) y valoraba el hecho de que Cataluña fuera pionera en toda esa lucha, de no solo abrir cualquier dato sino que además sea de calidad para que se pueda utilizar. Queda mucho por hacer, pero sí que es verdad que se piden cosas a través de los datos en transparencia y se intentan dar estos datos. A las y los periodistas nos encanta que esto exista, utilizando estos instrumentos para explicar la realidad básicamente.
- ¿Cuáles son los próximos retos que envisionas?
Hay algunos temas que cuestan más, por ejemplo en educación y datos abiertos, ya no solo de género. La administración se lo tiene que creer todavía más, no solo en el ámbito de transparencia, que ya se lo cree y lo defienden, pero hay departamentos en los que cuesta mucho; Seguridad, Interior, Educación, Salud, cuesta mucho pedir datos y que te los den. Llegas a establecer una especie de pelea con las administraciones para conseguir estos datos. Yo creo que tienen que entender que llegar a ser un estado democrático también es manifestar que los datos públicos se tienen que mostrar y dar.
- ¿Con qué aprendizajes en común te quedas de esta experiencia?
Con todo este activismo que existe y que muchas veces queda invisibilizado; son mujeres que se lo creen y que están trabajando para ello. Sobre todo también hay dos perfiles [en el libro] de expertas en Inteligencia Artificial, ingenieras en un mundo que es predominantemente masculino y que es difícil a veces que la mujer pueda poner el pie en este mundo. Incluso ellas decían que hacen falta más mujeres para luchar por el sesgo de género, es importante que haya más mujeres para crear grupos de trabajo interdisciplinarios con hombres y mujeres. Me quedo con el poder haber entrado en los proyectos que me han explicado, recabando las experiencias desde los datos, y contar con estas armas para poder exigir a los gobiernos, poco a poco.
Carina, ¡muchas gracias por tu tiempo y atención! Esas eran las preguntas que teníamos.
Gracias a ti, ¡hasta luego!
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